Irrigación y Sustentabilidad en Caña de Azúcar en Argentina.

by User Not Found | Apr 14, 2025

Date: 28- marzo - 2025
Author: 
Valley Argentina 

Ledesma es una empresa agroindustrial argentina con 115 años de historia, líder en la producción de azúcar y papel, y con una importante participación en los mercados de frutas y jugos cítricos, alcohol, bioetanol, carne y cereales.

Comprometida con el desarrollo del país, emplea a más de 6.000 personas que en su mayoría trabajan en Jujuy, provincia en la que nació Ledesma y donde operan 40.000 hectáreas destinadas a la cosecha de la principal materia prima: la caña de azúcar. Este cultivo, que se renueva anualmente, se aprovecha por completo. 

 Tuvimos la oportunidad de conversar con el Ing. Mario Caorlin, jefe de Departamento Riego y Salud de Suelo de la empresa Ledesma.
A continuación, transcribimos la entrevista. 

Vista aérea de un lote irrigado con pivote Valley

¿Qué tamaño tiene la finca?

Ledesma tiene en total 42.000 ha en producción de caña de azúcar, de las cuales 40.000 están bajo diferentes sistemas de riego y bajo pivotes y lineales hay 1.200 ha.

¿Hubo alguna limitación (presupuesto, tiempo, recursos) que tuviste que considerar?

En el momento que decidimos poner riego mecanizado, pivote y lineales, fueron proyectos orientados hacia aquellos lugares marginales de producción donde la producción era muy difícil, escasa o no había producción de caña porque la condición de los suelos era muy marginal, por falta de agua o por el tipo esquelético con mucha piedra, o en algunos casos, muy arenoso.

La producción de caña en sus lugares en estas condiciones se hacía muy difícil, entonces ahí fue a donde apuntamos.

¿Qué resultados obtuvieron luego de implementar riego por pivote?

Lo primero que se vio fue el potencial productivo de esas tierras que eran muy marginales para el manejo convencional. Al transformarlas con un sistema de riego mecanizado, pasamos de no ver producción en esa zona a producir y tener muchos beneficios. Eso es lo más destacable, vimos beneficios económicos donde antes no se producía nada. Era tierra que ni siquiera estaba en el censo agrícola nacional.

Respecto al manejo propio del riego, al tecnificar digamos la operación se demanda un menor esfuerzo de planificación. Desde que detectamos una necesidad de regar, se puede operar el equipo el pivote de forma inmediata y muy fácilmente, o sea que antes era mucho más difícil.

¿Cuáles son los aspectos de sostenibilidad de este proyecto?

El proceso industrial comienza con la plantación, se hace el desarrollo de toda la actividad de cultivo, que como nuestra zona no ofrece lluvia suficiente, es imprescindible el uso del riego adicional. Gran parte de las actividades del cultivo se basan en la actividad de riego, entregamos agua durante 7 meses al año, con ajustes, pero de forma continua. En la época de lluvia, igual acompañamos el cultivo para cubrir las deficiencias que puedan aparecer. Se controla el tema de malezas que también es muy exigente esta tarea, hasta que el cañaveral toma, digamos, toda la biomasa para llegar a su momento del ciclo de la cosecha.

La zafra en Ledesma se hace en 180 días, a diferencia de otros lugares del mundo que se cosecha todo el año.

La cosecha comienza en el mes de octubre/noviembre y se van cosechando los diferentes lotes en un orden determinado.

Después de la cosecha empezamos nuevamente con la actividad de cultivo. Como no se cosechan todos los tallos verdes, antiguamente se quemaba el cañaveral. Esto era una necesidad, ya que las cosechadoras -por la tecnología de la época- no podían procesar todos los tallos verdes, y la quema era una solución, pero generaba riesgos y polución. Hoy, hace más de 10 años que no se quema ninguna parte del campo y tuvimos que aprender a manejar el activo que teníamos en el campo: la biomasa que quedaba luego de la cosecha es hoy utilizada para generar energía. Hoy se recolecta, se enfarda y se va utilizando a medida que la caldera lo necesita, para generar energía eléctrica que alimenta el ingenio.

La cosecha, los tallos verdes frescos con un 80 a 90% de humedad, se lleva a la fábrica y se procesa en un trapiche donde se extrae el jugo con toda la sacarosa y se refina para obtener el azúcar, alcohol etílico y bioetanol. Por otro lado, de este proceso queda un subproducto que es la fibra larga que se envía directamente a la fábrica de papel donde actualmente la empresa procesa 130.000 ton de papel al año, un 40% del total de la producción nacional.  Con las fibras cortas que sobran del proceso, se envían a la caldera para generar energía. A partir de los fardos de rastrojo almacenados también se va alimentando la caldera en momentos que no hay fibra para alimentarla.

Desde 2010, a través de la utilización de los restos del procesamiento de la caña de azúcar y chips de madera de plantaciones sostenibles, la empresa transforma biomasa en energía, sustituyendo a las fuentes no renovables. Hoy el 50% de la energía utilizada en los procesos productivos proviene de fuentes renovables.

 


Trapiche en las instalaciones de Ledesma en Jujuy.

 

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