Noroeste Argentino: tecnología y economía hídrica para elevar rindes en maíz tardío.

by User Not Found | Oct 12, 2021
Valley Latinoamérica · October, 2021

El maíz es el cultivo de mayor área sembrada y cosechada del mundo. Además, es el más producido y consumido. Tiene la particularidad de contar con la más amplia cantidad de países participantes. Todas estas características convierten al maíz como materia prima, los productos de su transformación, la tecnología para la producción del cereal y sus derivados en elementos centrales en las negociaciones entre países y bloques del mundo. Estos datos surgen de un estudio realizado por MAIZAR para el Programa de Inserción Agrícola.

El maíz es uno de los cultivos con más exigencias de temperatura y humedad en su periodo crítico y habitualmente, en base al posicionamiento de este período, se adopta la decisión de cuándo sembrar. Pero en campañas como la 2021, con un invierno y primavera secos, puede ser más importante usar como indicador el agua acumulada en el perfil del suelo para determinar el momento más oportuno para sembrar.

De acuerdo a un informe elaborado por técnicos del INTA Santiago del Estero, en los últimos 10 años, “la superficie cultivada con maíz en el norte argentino se cuadriplicó, y alcanzó 1,1 millones de hectáreas sembradas”. El estudio señaló que “esta ex- pansión se logró gracias a la mejora de los márgenes económicos del cultivo y el acompañamiento de la tecnología”. Desde el INTA indicaron que, en la región, la necesidad hídrica promedio del maíz varía entre 445 y 520 mm (57% corresponden al subperíodo reproductivo). Asimismo, el estudio señaló que “el retraso de la siembra incrementa la oferta de precipitaciones previas y permite aprovechar la buena capacidad de almacenaje de los suelos (100 a 150 mm por metro)”. En NOA hay aproximadamente 40.000 hectáreas regadas con pivote de un total de 72.000 hectáreas regadas en cultivos de granos, con un potencial de riego de entre 250 a 300.000 hectáreas. Como consecuencia de varios factores, como ser la escasez hídrica de las últimas campañas, un valor aceptable de los commodities y un contexto económico a nivel país que permitió el aumento de algunas inversiones en el sector agro, hubo un aumento de la demanda de pivotes en la región como en el resto del país.

Esto también promovido por herramientas de financiación con tasas accesibles que permiten la compra de estos equipos, que tienen un valor similar a un tractor de potencia media, a cualquier productor. “A diferencia de otra maquinaria, el equipo de riego tiene la finalidad de producir un incremento en los rindes del cultivo y poner en producción zonas marginales, lo que permite al productor poder costear el pago con el incremento de su producción y además tener previsibilidad de producción”, indicó Carlos Gilio, Gerente Territorial de Ventas para el NOA de Valley Argentina.

Las ventajas de contar con la ayuda de un equipo de riego por pivote son muchas. Entre ellas, Gilio destacó el aprovechamiento de fecha óptima de siembra y la posibilidad de iniciar con el perfil de suelo cargado con un contenido hídrico adecuado para llegar al final del ciclo con rindes aceptables. “El manejo de la economía hídrica del lote es crucial”, puntualizó el gerente, y agregó: “contar con un equipo de riego permite, además, que, aun habiendo salido de un cultivo invernal antecesor, tengamos una herramienta que nos permita recargar el perfil con humedad suficiente”. En el caso del NOA este factor no es menor ya que para siembras posteriores al 15 de enero, retrasadas a causa de falta de lluvias, el cultivo estará llegando a cosecha a fines de invierno (julio/agosto). Esto trae aparejado varios problemas como el secado del grano el cual debe decidirse si se hace en planta o se cosecha en húmedo de ahí se desprende la interrogante ¿cosechar y pagar gastos de secado o esperar con el cultivo en pie hasta fin de julio o agosto y afrontar los riesgos de pérdida de rinde y calidad que esto conlleva?

Siguiendo a Gilio, en lo que respecta a densidad, “en años secos conviene ser prudentes en este punto ya que en los lotes de mayor fertilidad y capacidad de almacenaje de agua es posible cargar con más semillas, y, en caso de un planteo de cultivo de alto potencial contar con riego permite aumentar este factor”. En cuanto a la necesidad hídrica en etapas críticas de cultivo, el especialista subrayó que “el riego permite suplir esta necesidad ya que las precipitaciones a veces no llegan en el momento requerido por el cultivo lo que provoca un stress hídrico irrecuperable a instancias del rendimiento”.

Como beneficios generales del riego también se garantiza la seguridad de cosecha, aumenta la productividad por hectárea, expande la frontera agrícola, y permite producir cultivos de mayor valor.

Valley Argentina tiene presencia en la región a través de su red de distribuidores Irrinoa SRL (Tucumán) y Picabuey (Salta), que atienden la zona desde Santiago del Estero hacia el norte, con la provisión de equipos, asesoramiento técnico y servicio posventa. Además de la presencia directa la empresa con la representación Comercial y Técnica permanente con base en Tucumán.

“El NOA es la región del país que lleva un mayor atraso económico, pero que a su vez tiene un gran potencial para el desarrollo productivo ya que cuenta con condiciones agroclimáticas favorables para la producción”, afirmó Gilio. Valley en ese sentido apuesta a la región con la presencia ininterrumpida de más de 20 años.

Gentileza suplemento Rural. Diario El Clarín. Sábado 09 de octubre, 2021.

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